Parecía ser un viaje más, otra boda para compartir entre familia y amigos, pero Dios tenía un plan mucho más grande. Yo Stephanie, asistía a la boda de una prima junto a mi familia fuera del país y yo Jonathan solo pensaba en viajar y en acompañar a un amigo a una boda familiar. Así fue, que sin pensarlo ni planearlo, Dios nos sorprendería. Definitivamente no fue solo un viaje más, iba a ser uno que nunca íbamos a olvidar.

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Tiempo después, entre una amistad y risas, lágrimas y mucho aprendizaje; Dios nos ha enseñado a caminar juntos y de la mano, a honrarle con amor, perdón, cariño, compañerismo hasta el día de hoy. Hemos tenido altos y bajos, el camino ha sido un gran terreno de aprendizaje en donde hemos tenido que superar pruebas y obstáculos, momentos que nos han hecho recordar que nuestra mirada y corazón siempre y sólo deben rendirse a Él.

Ahora empezamos a ver un nuevo camino, una gran y nueva bendición para nuestra unión gracias a su increíble misericordia.

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Familia, amigos; ustedes también son parte importante de nuestra historia. Sus oraciones, amor y compañía han estado presentes todo este tiempo. Queremos agradecerles por bendecirnos, por cada oración y palabra de aliento que han tenido para nosotros.

¡QUEREMOS SELLAR NUESTRA UNIÓN ANTE DIOS Y CELEBRARLO JUNTO A CADA UNO DE USTEDES!

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Los amamos,